La calle 16  hace parte de los principales sectores comerciales del centro de la ciudad de Ibagué.  Calle que hace unos 25 años era el lugar de venta de repollas, conocidas por ser un  pastel dulce, esponjoso y relleno de arequipe. Además, donde la gente acudía al teatro Nelly conocido por anunciar los principales cortometrajes del momento.  Actualmente ya no existe nada  de la década anterior. La calle 16 está inundada de droguerías y vendedores ambulantes que ofrecen desde ropa, discos, accesorias para celulares hasta diferente comida callejera. 

 

Algunos de los comerciantes del sector están emocionados y con muchas expectativas acerca de la peatonalización que se quiere llevar a cabo. El señor Guillermo Murillo, dueño de uno de los locales ubicado en la esquina de la  carrera Tercera con calle 16, en el que se se dedica a vender accesorios digitales comenta: “Muy bueno, lo estoy esperando con ansias locas, nos beneficia porque ya no van a subir carros sino que van a cruzar, entonces la gente va a estar caminando más por acá y tendrán más vínculo para que la gente llegue. Más espacio para que caminen y puedan mirar qué pueden comprar, eso nos beneficia a nosotros”. 

 

Sin embargo,  algunos vendedores deben pagar por el espacio público para poder tener su negocio sobre la calle y no poseen los recursos necesarios.  Por otro lado  deben rebuscarse el sustento de otra manera si se realiza el proyecto. Oscar Villada, comerciante de la carrera Tercera hace más de veinte años, afirmó que “todo ha cambiado mucho, uno se podía hacer en la calle y no lo molestaban mucho, ahora uno no puede vender por ahí debe tener su negocio aparte. Es mejor estar uno en su puesto;  extraño mucho la tranquilidad de la zona”.

 

La calle 16 se caracteriza por la mezcla de ruidos en su entorno. Los vendedores con sus bafles, la gente ofreciendo el jugo de borojó y los taxis pitando en medio del trancón.  Esta calle siempre formará parte del lugar de trabajo de personas luchadoras, en busca de un futuro mejor para su familia.